La séptima fila de la tabla periódica está completa. La tabla se ha actualizado por primera vez desde 2011 con la confirmación de cuatro nuevos elementos: el 113, el 115, el 117 y el 118. La verificación oficial de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada ha dejado obsoletos los libros de texto de todo el mundo.
El elemento 113 fue descubierto en 2003 por científicos rusos y estadounidenses, pero el hallazgo se ha atribuido a un equipo de investigadores japoneses del instituto RIKEN, que desde 2012 se ha dedicado a recopilar datos concluyentes para confirmar su existencia. Serán los japoneses los que pongan nombre a este elemento, mientras que el equipo ruso-estadounidense se repartirá los otros tres, que completan el periodo 7 de la tabla periódica.
Los nuevos elementos son sintéticos (es decir, generados artificialmente en el laboratorio), inestables y radiactivos. Los nombres provisionales son ununtrium(Uut) para el elemento 113, ununpentium (Uup) para el 115, ununseptium (Uus) para el 117 yununoctium (Uuo) para el 118. Al contar con 113 protones o más en su núcleo, también entran en la categoría de elementos superpesados.
Portavoces del instituto RIKEN comentaron con anterioridad que japoniumpodría ser el nombre final del elemento químico 113, disputado hasta el último momento con Rusia y Estados Unidos. El método utilizado para sintetizar este elementos consistió en colisionar iones de zinc sobre una capa fina de Bismuto. El Instituto de Investigación Nuclear de Dubná y el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore usaron métodos similares para sintetizar 115, 117 y 118.
Kosuke Morita, que ha dirigido la investigación en el instituto RIKEN, declaró que “ahora que su equipo ha conseguido demostrar de manera concluyente la existencia del elemento 113” planean “adentrarse en el territorio desconocido del elemento 119 y más allá”. La competición por sintetizar elementos cada vez más pesados es el deporte olímpico de la química.
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