miércoles, 22 de julio de 2015
El escándalo de contabilidad que destronó a Hisao Tanaka, el todopoderoso jefe de Toshiba
Toshiba, la gigante empresa de tecnología y energía nuclear de Japón, anunció que su director ejecutivo y presidente, Hisao Tanaka, renunciará este martes después de que una investigación independiente revelara que la compañía había inflado sus ganancias durante más de seis años.
El lunes, un panel independiente designado por la misma Toshiba dijo que la empresa había exagerado el reporte de sus beneficios en un total de US$1.220 millones.
El escándalo resalta las dificultades que tiene Japón para mejorar las políticas de manejo empresarial y la prevalente cultura conformista en el seno de las compañías que no permite cuestionar a los jefes.
Además de Tanaka, el vicepresidente, Norio Sasaki, también dimitirá.
Ambos se encuentran entre ocho altos ejecutivos que han dejado o estarán dejando sus cargos tras el informe que encontró una conspiración para inflar las cifras de los ingresos durante varios años.
Toshiba reconoció que hubo un encubrimiento sistemático, que empezó en 2008, coincidiendo con la crisis económica mundial.
Varios sectores de la amplia empresa, que incluyen chips informáticos y computadores personales, atravesaban dificultades financieras.
Sus intereses en energía nuclear, uno de sus negocios centrales, tambalearon después del desastre de Fukushima, en 2011, que desató un temor público a los reactores nucleares y disminuyó la perspectiva de que se construyeran más.
La alta gerencia empezó a imponer metas de rendimiento poco realistas, señaló la investigación independiente.
"Dentro de Toshiba, había una cultura corporativa en la que uno no podía contrariar los deseos de los superiores", continuó.
"Así que, cuando las altas directivas presentaron sus 'desafíos', tanto los presidentes de división, gerentes de primera línea como los empleados subalternos continuamente realizaron contabilidad inapropiada para cumplir con metas que se ajustaran a los deseos de sus superiores".
La investigación concluyó que Hisao Tanaka, el director ejecutivo y presidente de Toshiba, estaba consciente de que la compañía inflaba sus ganancias durante esos años.
Se demostró que sus antecesores, el hasta hoy vicepresidente Norio Sasaki y el asesor Atsutoshi Nishida, también jugaron un papel en la inflación de las ganancias desde el año fiscal 2008.
Tanaka y Sasaki ingresaron a Toshiba en los años 70. Este último fue presidente de la compañía entre junio 2009 y junio 2013, abarcando la mayoría del período durante el cual se realizó la cuestionable contabilidad.
La exageración de los beneficios operativos es de US$1.220 millones, aproximadamente el triple de lo que la empresa estimó inicialmente.
Se espera que las revelaciones conduzcan a un reajuste de las ganancias, una restructuración de la junta directiva y posibles masivas multas contra el conglomerado japonés.
Se trata del peor escándalo corporativo de Japón desde que se descubrió que Olympus Corp había escondido pérdidas de US$1.700 millones a finales de 2011.
El ministro de Finanzas de Japón, Taro Aso, declaró que las irregularidades contables de Toshiba eran "muy lamentables".
Añadió que el caso podría socavar la confianza internacional en la disciplina empresarial del país.
El gobierno japonés ha estado intentado recuperar la confianza de los inversionistas globales con mejor institucionalidad corporativa desde el escándalo de Olympus.
La investigación se dio en medio de nuevas guías para mejorar esa institucionalidad implementadas por el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
Toshiba ha pedido disculpas a sus accionistas y clientes.
También dice haber organizado un grupo externo de investigación para analizar las causas del escándalo y lo que se necesita hacer para que no ocurra de nuevo.
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