/* CSS Recent Post Gallery */ .recent-gallery {padding:0;clear:both;} .recent-gallery:after {content:"";display:table;clear:both;} .recent-gallery .gallerytem{display:inline-block;position:relative;margin:6px 0;overflow:hidden;} .recent-gallery .gallerytem a{position:relative;float:left;margin:0 6px;text-decoration:none} .recent-gallery .gallerytem .ptitle{background:rgba(0,0,0,.7);display:block;clear:left;font-size:10px;line-height:1.3em;position:absolute;text-align:left;bottom:3px;left:3px;right:3px;top:3px;color:#fff;padding:5px;word-wrap:break-word;overflow:hidden;visibility:hidden;opacity:0;backface-visibility:hidden;transition:all .2s} .recent-gallery .gallerytem:hover .ptitle{visibility:visible;opacity:1} .recent-gallery a img{background:#fdfdfd;float:left;padding:2px;border:1px solid #e3e3e3;transition:all .3s} .recent-gallery a:hover img {border-color:#bbb;}

sábado, 28 de marzo de 2015

Una «app» para vender el tiempo que sobra

Una «startup» española crea Fairtime, una herramienta por la cual las marcas pagan a los usuarios por ver anuncios

Los gustos y aficiones, la base. El objetivo, hacer realidad el dicho de «tu tiempo es oro». Una «startup» española ha lanzado Fairtime, una aplicación pensada para sacarle partido a las horas muertas, a las esperas y a los minutos, escasos a veces, que uno considera perdido.
La herramienta, disponible para el sistema operativo Android -en iOS llegará próximamente- opera a modo de un mercado electrónico propio, dentro del propio teléfono. Desde ahí, el usuario puede vender los minutos que le sobran, mientras espera la llegada del tren, por ejemplo.
¿Cómo lo hace? Para lelo, el usuario, una vez ingresado en la aplicación y completando un perfil en el que añade sus gustos y aficiones, puede «venderlo» como tiempo de atención para marcas y empresas o, por el contrario, donarlo a una ONG. Y todo al visualizar determinados anuncios en función de sus intereses. «A lo algo del día totos tenemos una serie de minutos que no le estamos sacando partido», señala Ignacio Linares, fundador de Fairtime, en su presentación.
Así, las marcas que deciden apostar por este sistema de micropublicidad pagan directamente al usuario. Cada vez que el usuario completa los requisitos estipulados recibe una notificación de que el importe que ofreció ha sido abonado en su cuenta de la aplicación. En el momento en el que se acumulan diez euros la compañía promete realizar una transferencia con el valor concedido.
La idea surgió de un grupo de personas relacionadas con el mundo del marketing y la publicidad. «Hemos vivido en nuestras carnes la cantidad de tiempo que no estamos utilizando, ya sea porque nos estamos desplazando», reconoce. «Es mucho más que imponer un mensaje publicitario», explican.

No hay comentarios:

Publicar un comentario